En vivo y en directo. Autocrítica sin tapujos, llamando a las cosas por su nombre. Basta de excusarse en el mundo, la vida o la sociedad. ¿Acaso no formamos parte del mundo? ¿No somos dueños de nuestra vida? ¿No somos los que sostenemos esta sociedad?

martes, 18 de septiembre de 2012

Templos o museos


Hubo una época, hace años, en la que durante el descanso para almorzar, en lugar de hacerlo, huía hasta la Catedral de Valencia para cobijarme en la Capilla del Santo Cáliz y rezar un rato frente a la reliquia de la Última Cena. Literalmente, lo necesitaba más que el comer. No era una buena época. Hoy ya no podría hacerlo, salvo pagando una entrada y como un turista.

Reconozco que las catedrales y algunos templos cuestan mucho de mantener y rehabilitar. También las obras de arte que contienen. Reconozco la simbiosis que existe entre objetos artísticos y de culto en muchas ocasiones. Pero tan molesto me resulta que un grupo de turistas ruidosos, con cámaras y flashes, perturben un ambiente de oración, como el hecho de tener que pagar entrada para rezar o que me condicionen el lugar o el horario donde hacerlo. Y me molesta especialmente porque yo mismo me convierto en uno de esos turistas cuando viajo. En mi descargo diré que procuro ser discreto, no utilizo el flash y guardo silencio...

¿Qué quieren? Es imposible entrar en la Capilla Sixtina y no comenzar a hacer fotos al techo. Da igual los carteles, o que existan libros con magníficas fotografías que nunca podremos igualar con nuestras cámaras a ras de suelo. La pena es que ese afán que nace del reconocimiento artístico o histórico de una obra nos hace olvidar demasiadas veces su verdadero sentido, la razón por la que fue creada: el culto divino. Prácticamente nadie contempla la Capilla Sixtina con esos ojos. Ni tampoco los retablos que presiden capillas y altares...

Arte y culto. Difícil convivencia, al menos en este tiempo poco preocupado de esencias y porqués... Al final habrá que decidir si queremos museos o templos. Lo de cobrar entrada es lo de menos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario