En vivo y en directo. Autocrítica sin tapujos, llamando a las cosas por su nombre. Basta de excusarse en el mundo, la vida o la sociedad. ¿Acaso no formamos parte del mundo? ¿No somos dueños de nuestra vida? ¿No somos los que sostenemos esta sociedad?

martes, 29 de enero de 2013

Año de la Fe (11): En la frustración...


En momentos de felicidad, plenitud, cuando todo va rodado, puede ser muy fácil creer y ser agradecido. Aunque también habrá otros que se olvidarán haciendo válido el refrán aquél que dice que sólo nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena...

Preparando una reunión para el mes que viene, leía esta misma semana una breve reflexión que me gustaría completar y compartir:

“Cuando me sentí cansado y pedí fuerzas, fui afortunado, porque Dios me dio dificultades y la fuerza para hacerles frente.
Cuando necesité sabiduría, fui afortunado, porque Dios me dio problemas para resolver.
Cuando deseé prosperidad, fui afortunado, porque Dios me recordó que tengo un cerebro y músculos para trabajar.
Cuando pedí coraje, fui afortunado, porque Dios me dio obstáculos que superar.
Necesité amor, y por fortuna, Dios me dio personas a las que amar.
No recibí nada de lo que pedí…, pero fui afortunado, porque recibí todo lo que precisaba”.

Piénsenlo. Si Dios nos permitiera pasar a través de nuestras vidas sin obstáculos, nos
dejaría atrofiados, sin fuerzas para luchar y ser como podríamos haber sido. Todo lo que nos ocurre es una oportunidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario