En vivo y en directo. Autocrítica sin tapujos, llamando a las cosas por su nombre. Basta de excusarse en el mundo, la vida o la sociedad. ¿Acaso no formamos parte del mundo? ¿No somos dueños de nuestra vida? ¿No somos los que sostenemos esta sociedad?

martes, 24 de julio de 2012

Arrimar el ascua...


Estaba en otras cosas mientras escuchaba de fondo el informativo de la noche de TVE cuando, de repente, un titular llamó mi atención. Decía algo así como que casi la mitad de los españoles aprobaban que la investigación científica —en temas médicos— no estuviera sujeta a condicionamientos éticos. La verdad es que no presté atención al desarrollo de la noticia veinte minutos después, así que desconozco el tamaño de la muestra o la pregunta a la que respondieron los encuestados y en qué contexto.

Lo primero que vino a mi mente es que si casi la mitad de los españoles no quieren tabúes éticos en la investigación científica, más de la mitad —o sea, la mayoría— sí se decantan a favor de algún tipo de cortapisa ética. ¡Hay que ver cómo tendemos a arrimar el ascua a nuestra sardina! En éste y prácticamente en todos los aspectos de nuestras vidas.

¿Quién no se ha descubierto durante una buena homilía crítica repasando mentalmente las pajas en ojos ajenos, dejando a salvo las vigas en los propios? ¿Quién, al oír la expresión “sepulcros blanqueados” no ha mirado hacia otros bancos en lugar de hacía si mismo?

Pues eso... Casi la mitad es minoría con respecto al resto. Por mucho que se empeñen e intenten destacarlo. Pero es que además, aunque fuesen mayoría, estarían equivocados y condenándonos a todos a una especie de dictadura científico-técnica al más puro estilo de “Un mundo feliz”.

A todos nos iría mejor —individual y colectivamente— si nos pusiéramos en la situación del otro, en sus ojos, antes de defender nuestros derechos, privilegios y estilos de vida. De verdad. Hay ascuas para todas las sardinas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario