En vivo y en directo. Autocrítica sin tapujos, llamando a las cosas por su nombre. Basta de excusarse en el mundo, la vida o la sociedad. ¿Acaso no formamos parte del mundo? ¿No somos dueños de nuestra vida? ¿No somos los que sostenemos esta sociedad?
martes, 29 de noviembre de 2011
Ocultos por la leyenda (negra)
Imaginen a un ejército armado reprimiendo y maltratando a una multitud de hombres, mujeres, ancianos y niños. Tratándolos como mercancía. Matándolos, incluso. Y a hombres de negocio haciendo eso, negocio.
Imaginen es ese momento a un hombre de vestimenta humilde y voz firme y poderosa. No por el timbre o potencia de su garganta, sino por el contenido de sus palabras, por la pureza de su alma. Un hombre que se encarama a un lugar elevado para que todos puedan oírle. Un hombre que no tiene miedo a represalias.
“Para daros a conocer estas verdades me he subido aquí yo, que soy la voz de Cristo en el desierto de esta isla. Y, por tanto, conviene que con atención no cualquiera, sino con todo vuestro corazón y con todos vuestros sentidos, la oigáis; la cual voz os será la más nueva que nunca oísteis, la más áspera y dura y espantable y peligrosa que jamás no pensasteis oír.
Esta voz os dice que todos estáis en pecado mortal y en él vivís y morís por la crueldad y tiranía que usáis con estas inocentes gentes.
martes, 22 de noviembre de 2011
Un "empleo" feliz
Según un estudio publicado por la revista “Forbes”, realizado por la Organización Nacional de Investigación de la Universidad de Chicago, el sacerdocio está considerado como el empleo "más feliz" del mundo. Al menos para los norteamericanos.
Por detrás, y en este orden, se sitúan los trabajos de bombero, fisioterapeuta, escritor, profesor de educación especial, maestro en general, artista (escultores y pintores), psicólogo, agente de ventas e ingeniero.
Al parecer, la encuesta la realizaron valorando la apreciación que cada uno tiene del trabajo propio y ajeno. Y no sé por qué, pero me da la sensación que en España los resultados habrían sido diferentes. Conozco muchos maestros y la verdad es que siempre se están quejando. ¡Y también bastantes sacerdotes!
El sacerdocio no es un empleo. Ni aquí, ni en Estados Unidos. Al menos, el sacerdocio católico. Porque es cierto que en Estados Unidos fundar una iglesia puede ser un medio para ganarse la vida, pero aquí, quien lo haga por un sueldo, se equivoca. Y mucho.
martes, 15 de noviembre de 2011
La "buena" voluntad
El pasado once de noviembre, el Papa recibió a obispos responsables de la pastoral del voluntariado y a representantes de los organismos caritativos de la Unión Europea, que participan en el encuentro promovido por el Consejo Pontificio Cor Unum, en el Año Europeo del Voluntariado.
“En estos momentos caracterizados por la crisis y la incertidumbre —dijo Benedicto XVI—, vuestro compromiso es motivo de confianza, ya que demuestra que el bien existe y crece entre nosotros”. “Para los cristianos, el voluntariado no es sencillamente una expresión de buena voluntad. Se basa en su experiencia personal de Cristo”, afirmó, añadiendo que la gracia “nos ayuda a descubrir dentro de nosotros el deseo humano de solidaridad y la fundamental vocación al amor”.
Y es que la buena voluntad no basta. Dice el refrán que de buenas intenciones están llenos los cementerios. Aunque parezca reiterativo, la buena voluntad tiene que ser Buena. Con mayúsculas. Como dice el Papa, teniendo su origen en la experiencia personal con Cristo.
martes, 8 de noviembre de 2011
Diario de un catequista (V)
Cuando ruge la marabunta
Ese día aciago en que todo estaba preparado. Con mimo y esmero. Nunca habías llevado un tema tan trabajado, tan currado. Pero no hubo conexión. No hubo empatía. A los 15 minutos ya te habías dado cuenta de que aquello no iba a funcionar.
No te quepa la menor duda, ocurre. Y más de una vez. De esa reunión sales como puedes. Y no hay una regla universal. A veces hay que aferrarse al guión. Y otras, lanzarlo al aire y cambiarlo todo. Los seres humanos somos así de impredecibles.
En esos momentos regresas a casa llorando, o casi. Con el alma a jirones. El que lo ha probado lo sabe: no hay peor dolor que el del alma. Dolor por haberles fallado (a los chicos), por haberle fallado (a Dios).
Te apetece dejarlo todo en manos quizá más capaces. Huir. Olvidar.
martes, 1 de noviembre de 2011
Cementerios
Reconozco que no fue siempre así. Durante mucho tiempo huía de ellos. Los esquivaba. No me gustaban. De los cementerios, hablo. Hay mucha gente así. Quizá porque sólo acuden en estas fechas de noviembre cuando el ajetreo, el ruido y el comercio invaden la paz de estos lugares. Quizá porque los asocian al dolor por la pérdida de seres queridos o, al menos, conocidos. Quizá porque nos repele el culto a los muertos.
Y es que, efectivamente, un cementerio no es un lugar de culto a los muertos, ni a la muerte. Eso es más bien Halloween: disfrazarse de formas terroríficas e ir asustando al personal.
No. Será la edad, pero en los cementerios respiro muchas cosas...
¿La más visible? ¡Amor! Personas visitando las tumbas de otras personas que fueron algo en su vida, o incluso en la vida de otros que les precedieron. Personas que llevan flores y mantienen limpias las lápidas. Personas que rezan oraciones. Personas que sacrifican parte de su tiempo, su comodidad y su dinero no para rendir tributo a unos huesos, sino al amor que recibieron de y dieron a la persona cuyos restos visitan.
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