En vivo y en directo. Autocrítica sin tapujos, llamando a las cosas por su nombre. Basta de excusarse en el mundo, la vida o la sociedad. ¿Acaso no formamos parte del mundo? ¿No somos dueños de nuestra vida? ¿No somos los que sostenemos esta sociedad?

martes, 31 de enero de 2012

Yo y nosotros


Un “twittero” al que sigo reprodujo ayer unas declaraciones de José Luis Sampedro difundidas a través del Twitter de un programa televisivo que me niego a ver por razones de salud mental.

El caso es que, aprovechando la que cae, el pensador Sampedro afirmaba que “nos han educado para ser productores y consumidores pero no para tener pensamiento propio”. La frase parece tener bastante sentido. ¿O no?

Pues me temo que no tanto.

Miren, para empezar, me rechinan las culpabilidades anónimas de la sociedad en que vivimos: los vicios de esta sociedad son también los míos, porque yo colaboro libremente a su mantenimiento y extensión. No somos ajenos a la sociedad. En realidad, nadie nos educa: aprendemos solos. De lo que vemos, y de lo que hacemos.

martes, 24 de enero de 2012

Unidad de los cristianos


Concluye mañana la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos. Una llamada anual al ecumenismo y a la reconciliación de las iglesias, a cumplir el deseo de Dios de que todos seamos uno, como el Padre y el Hijo son uno...

Destacaba Benedicto XVI este año con especial énfasis un aspecto que me parece esencial: la tan deseada unidad no puede depender de voluntades y manos humanas. O dejamos trabajar a Dios en nuestros corazones para que esto sea posible, o simplemente tocará seguir esperando. Tocará seguir arrastrando un pecado de soberbia que, en el fondo, fue la base del pecado original.

Como Adán y Eva, cada una de las ramas surgidas del único tronco que es Cristo pretenden conocer los secretos del árbol del bien y del mal. Y, además, de forma exclusiva y excluyente. Cada una de ellas se cree en posesión de la única verdad, de la auténtica revelación, del único camino o método.

Porque Dios tiene perdón para todo, porque si no, esto sería imperdonable...

martes, 17 de enero de 2012

Twitter y Facebook


Nos incorporamos. De una forma incipiente y balbuceante. Quizá hemos tardado un poco. Iremos aprendiendo y mejorando. O al menos, ésa es la idea.

Desde esta semana tenemos cuenta en Twitter y en Facebook. De momento, presencia y poco más. Pero eso no nos basta. Queremos sacarle partido a las redes sociales. Con vuestras ideas y colaboración lo intentaremos.

De momento, en Twitter, a través de la cuenta @crearparacreer os mantendremos informados de cada actualización de contenidos que se produzca en esta web. Además, intentaremos dejar una pequeña reflexión cada mañana para encarar el nuevo día. Es muy poco, pero es un comienzo.

Facebook, ahora mismo, es una incógnita, aunque con opciones de futuro. No el servicio, sino nuestra presencia en él. Quizá en un tiempo no muy lejano utilicemos la red social para alojar los blogs de la página, dejando ésta sólo como fuente de recursos. De esta forma vuestra participación podría ser más fácil y amplia. El tiempo dirá si éste es el camino, pero lo que está claro es que antes de finalizar junio habrán cambios importantes.

martes, 10 de enero de 2012

El descanso cristiano


Ahora que acaban de terminar las vacaciones de Navidad —quien las haya tenido, claro— quisiera contarles una anécdota a modo de reflexión.

Cuentan que esta historia le ocurrió a San Juan Evangelista, el discípulo amado,  durante su estancia en Éfeso en compañía de la Virgen María...

Habla de un cazador que, movido por la fama del Apóstol, se adentró en el bosque con intención de encontrarle. Cuando lo hizo, le halló recostado sobre una roca con una liebre en su regazo, que se dejaba acariciar mansamente.

Cassiano —que éste era el nombre del cazador— se sorprendió de aquella actitud de descanso. Estaba convencido que San Juan estaría predicando, anunciando el Evangelio, rodeado de gente.

— ¿Eres tú ese Juan cuya insigne fama y celebridad habían suscitado en mí tan gran deseo de conocer? ¿Por qué, pues, te entretienes en tan fútiles diversiones?

martes, 3 de enero de 2012

¿Qué le llevamos al Niño?


Acabamos de cambiar de año. Lo típico: propósitos, retos, metas. Como si el simple e imparable avance del tiempo fuese suficiente excusa. Porque, en realidad, hoy sólo es el día siguiente a ayer, como lo fue el domingo uno de enero respecto al sábado 31 de diciembre.

Tiempo de cambios. Y bienvenidos sean, si son para bien.

Pero no deberíamos olvidar que el principal cambio, en nuestros corazones, no puede estar supeditado a una fecha y puede tener lugar en cualquier momento. Es más, debería producirse en cada momento de nuestras vidas.

Dicho de otra manera: cualquier momento es propicio para agradar a Dios, para agradecer a Dios, para someterse a Dios.

En vísperas de los Reyes Magos, ¿no sería mejor enfocar nuestras promesas y compromisos de año nuevo hacia un pequeño Niño, Señor de todo tiempo? ¿No tenemos nada que ofrecerle? ¿No hay nada que podamos hacer para dibujarle una sonrisa?